Buenos días Señor, me pongo en tu presencia y te agradezco la oportunidad de este nuevo día, en el cual puedo perseverar en las buenas acciones y también, enmendarme en aquello que me ha faltado esfuerzo o no me he aplicado. Señor, dame la gracia de ser humilde, de saber escuchar tu voz y poner en práctica tus enseñanzas, y que mis acciones sean siempre de tu agrado. No permitas Señor que en mi haya ningún rastro de indiferencia, de egoísmo. Limpia mis ojos, cambia mi corazón y enséñame a ser hermano de verdad, que ante las penas de los demás me compadezca, que sepa compartir penas y alegrías, a estar siempre atento, listo para servir, para ayudar. Dame la gracia de saber hoy contribuir con un mundo mejor, más humano, más solidario. Que todas mis acciones, por pequeña que sean: una sonrisa, un gracias, un cómo estás, un Dios te bendiga, sean una manifestación del amor que tu me das y de la fe que profeso. Aquí estoy Señor, ayúdame a ser hoy mejor que ayer. Dame la gracia para que mis palabras y acciones hablen hoy de ti. Gracias Señor, en tu nombre me pongo en camino, Amén. (Pbro. Tavo).
