Buenos días Señor, gracias por este nuevo día. Antes de continuar con mis actividades de este día, busco un momento de silencio para conversar contigo, para reflexionar en la fiesta que hoy celebramos, el Sagrado Corazón de Jesús. Gracias Señor por no cansarte de mí, por salir a mi encuentro una y otra vez, por buscarme desinteresadamente y yo egoísta, dándome a querer, centrado en mis cosas. ¿Porqué tanta indiferencia? ¿Porqué tanto desinterés? Será que el saber que a pesar de todo tú siempre permaneces fiel, que como eres misericordia siempre podré regresar. Señor dame la gracia de saber aprovechar esta solemnidad para acercarme más a ti, para conocerte cada día un poco más, y poder entonces amarte sobre todas las cosas, y amarte con todo el corazón, con toda el alma, con toda mi mente y todas mis fuerzas. ¡Sagrado corazón de Jesús en vos confío! Amén. (Pbro.Tavo).
