Buenos días Señor, vengo ante ti, primero para agradecerte este nuevo día que me has regalado, pues cada nuevo día me brinda la oportunidad de acercarme más a ti, de enmendar el camino y de perseverar en mis buenos propósitos. De la misma manera que María Santísima se puso inmediatamente en camino para ir a visitar, ayudar a su prima Isabel, de igual manera me pongo en camino para servir, ayudar. Señor, que el cúmulo de actividades y compromisos no robe el tiempo precioso de la oración, ayúdame a detenerme, a saber hacer un alto en el diario caminar para elevar los ojos, para buscarte. Que los momentos de oración sean realmente momentos de diálogo contigo, que no tenga miedo de ir a fondo para poder descubrir lo que haya que cambiar, lo que haya que corregir en mi vida y pueda así encontrar espacio en mi corazón. Señor, Que en lugar de andar viendo los defectos y errores de los demás, tenga la humildad necesaria para reconocer los propios y las agallas para, quitarlos de mi vida. En tus manos Señor me pongo en camino, Amén. (Pbro. Tavo).
