Papa San Juan Pablo II, Santa Faustina Kowalska y Beato Carlo Acutis. Estos santos y beato contemporáneos se caracterizaron por tener un profundo amor por la Eucaristía, y gracias a su ejemplo, los católicos podemos aprender a alcanzar la plenitud de vida cristiana para la vida eterna. El Padre Stan Smolenski escribió una reseña de cada uno de ellos para el National Catholic Register.
Papa San Juan Pablo II
El P. Stan recuerda que “todos los miembros del personal de San Juan Pablo II sabían que la Misa era el centro de su día”.
“Pasaba 10 minutos con los asistentes en preparación y 10 minutos después en acción de gracias. Era evidente que estaba físicamente allí, pero conscientemente profundamente en la presencia del Señor. Su secretario dijo que hacía unas 20 visitas al Santísimo Sacramento cada día, por lo general postrado en forma de cruz”, cuenta.
Además, relata que todos los organizadores de los viajes al exterior de Juan Pablo II “sabían que una visita improvisada al Santísimo podía retrasar el horario al menos 20 minutos, por lo que se les recomendó asegurarse de que no pasara por una capilla en su camino”.
También contó que durante una anécdota durante la visita del Papa a Baltimore en 1995, en la capilla de la residencia del cardenal.
“El organizador papal enfatizó que la puerta de la capilla debía permanecer cerrada. Se parecía a todas las demás puertas. San Juan Pablo pasó por la puerta cerrada y luego se detuvo, se dio la vuelta y se dirigió hacia esa puerta. Entró durante los 20 minutos habituales y luego señaló con el dedo al organizador papal. Parecía que tenía un sexto sentido con respecto a la Sagrada Eucaristía”, contó.
El P. Stan recuerda que en San Juan Pablo II escribió varios documentos sobre la Eucaristía, siendo el principal su encíclica Ecclesia de Eucharistia.
“Quería renovar la fe y la devoción a la Eucaristía como Presencia, Sacrificio y Comunión. Dijo que cada congregación que asiste a Misa debe estar unida en asombro y acción de gracias por lo que está participando, y que María, Mujer de la Eucaristía, es nuestro modelo”, acotó.
Santa Faustina Kowalska
Santa Faustina nació en Polonia en 1905 y murió en 1935. Fue la primera santa canonizada en el 2000. Recibiendo revelaciones sobre la Divina Misericordia, Jesús le indicó que llevara una cuenta en un diario y promoviera una imagen especial, una fiesta, una coronilla, una novena y una oración diaria de las 3:00 p.m. dedicada a la Divina Misericordia.
Según el P. Stan, ella “ella experimentó un conocimiento infundido, como anotó en su diario sobre la Eucaristía de la Última Cena”.
Santa Faustina escribió: “Durante esta hora de oración, Jesús me permitió entrar al Cenáculo y fui testigo de lo que allí sucedió. Sin embargo, me conmovió profundamente cuando, antes de la Consagración, Jesús levantó los ojos al cielo y entabló una misteriosa conversación con su Padre. Solo en la eternidad entenderemos realmente ese momento. Sus ojos eran como dos llamas; su rostro estaba radiante, blanco como la nieve; todo su personaje lleno de majestad, su alma llena de anhelo”.
“En el momento de la Consagración, el amor descansaba saciado, el sacrificio completamente consumado. Ahora solo se llevará a cabo la ceremonia externa de la muerte: destrucción externa; la esencia [de ella] está en el Cenáculo. Nunca en toda mi vida había comprendido tan profundamente este misterio como durante aquella Hora de Adoración. Oh, ¡Cuán ardientemente deseo que el mundo entero llegue a conocer este insondable misterio!” (Diario 684).
El P. Stan recuerda que “Santa Faustina informó haber visto los rayos rojos y pálidos que se extendían desde la custodia, mientras escuchaba a Nuestro Señor decir: ‘Aquí estoy el Rey de la Misericordia’, una fuerte motivación para nuestra frecuente adoración”.
Beato Carlo Acutis
Este joven de 15 años se está volviendo rápidamente y universalmente popular. Nació en 1991 en Inglaterra de padres italianos, murió en 2006 en Italia de una leucemia agresiva. Carlo mostró todos los intereses característicos de un niño, incluido el fútbol, la fotografía y especialmente las computadoras.
Aunque era un estudiante corriente, tenía el genio de un profesor universitario en esa ciencia. Él era fuertemente provida y así lo expresó. Su vida fue dirigida por su fe católica a pesar de que sus padres no eran practicantes.
El P. Stan señala que la “Eucaristía fue el centro de su vida”.
“Se informa que Carlo recibió la Sagrada Comunión todos los días después de su Primera Comunión. Dijo que la Eucaristía era su ‘camino al cielo’. No solo un camino o carretera (vía en italiano), con semáforos y señales de alto, sino una autopista, sin obstáculos y directo a su destino”, comentó.
El interés de Carlos en la Eucaristía lo llevó a estudiar los 126 milagros eucarísticos conocidos en Europa.
“Las vacaciones familiares se utilizaron para visitar estos sitios. Aplicó sus conocimientos informáticos para ellos y produjo carteles de cada uno que están circulando en todo el mundo en varios idiomas. Todas las iglesias de Asís, su ciudad favorita donde está consagrado, tuvieron adoración eucarística el día en que fue beatificado en octubre de 2020, convirtiéndola en una ciudad eucarística”, relató el P. Stan.
Esto “demuestra que incluso los jóvenes pueden convertirse en evangelizadores de la Eucaristía utilizando sus talentos para ese propósito”, agregó.
Fuente: aciprensa.com
Publicado originalmente en ncregister.com